Primero recordar los familiares que allí dejamos.
En estas fiestas que invitan al disfrute con alegria, siempre hay un recuerdo para los que faltan y en nuestro caso recordar aquella niñez que aunque con poquitas cosas dejaron recuerdos tiernos, la familia, los juegos en las calles y los pocos caprichos que teníamos eran como algo grande, recuerdo la Noche Buena que cenábamos en familia, una cena casi normal, la Misa de Gallo si tocaba,el Mosén Tomas tenia que asistir a varios pueblos,el día de Navidad comida de fiesta con lo que había,el gallo con mas de un año de crianza,el turrón fabricado en casa, los orejones, el clarete.etc, todo de casa y por la tarde el baile con gramola.Los últimos años ya no había baile, los jóvenes fueron los primeros en marchar.
La noche vieja no se celebraba y el día de Año Nuevo los niños visitaban a los padrino para felicitarles el Año,iban con la cestita porque era costumbre agradecer la felicitación con chucherías, barritas de turrón, caramelos, castañas, mandarinas y algunas perrillas, todo según las posibilidades.
Nosotros teníamos un hermano que sus padrinos recibían una cesta bien surtida por Navidad ( la hermana casada con un medico en la ciudad) cada año por Año Nuevo nuestro hermano traía de todo,la cestita llena, nuestros padrinos no eran de posibles pero al final entre lo que nos daba y lo que cogíamos todo quedaba repartido.
Recuerdo mucho aquella cocina con la fogata en el centro,por delante el fogaril con tres asientos en circulo para los niños y detrás las cadieras junto a pared para los mayores donde las noches de invierno pasábamos las veladas aveces trabajando,quitando las cascaras a las almendras, arreglando las panochas de maíz y como no contando historias, eramos familia numerosa.
EN CLAMOSA NO CONOCIMOS LA TELE
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